viernes, 11 de agosto de 2017

ECO-EFICIENCIA Y BIO-REMEDIACIÓN, SEMILLEROS DE INVESTIGACIÓN EN BIOTECNOLOGÍA Y SEGURIDAD - SOBERANIA ALIMENTARIA EN LA CORPORACIÓN



Luis Guillermo Rodríguez Archila.
M.V.Z, Especialista en Ecología y Medio Ambiente, Especialista en Acuicultura y Aguas Continentales, profesor investigador CIAM – UNIMETA. 
La cátedra de agroecología  que se imparte en la facultad de ingeniería ambiental  de la Corporación Universitaria del Meta,  adopta como principio fundamental el respeto   por el entorno natural y la  puesta en marcha de las buenas practicas agropecuarias en la producción que lleva  como fin primordial el suministro de proteína de origen vegetal y animal de fácil y económico acceso, de buena calidad, sanos a la alimentación humana y que no causen deterioro ambiental.
La Corporación Universitaria del Meta, pendiente de la responsabilidad empresarial ambiental que tiene esta institución  de educación  superior  para  con el pueblo llanero decide que la granja que lleva por nombre Villa Franca de Oria,  con una extensión de 114 hectáreas en la Vereda la Llanerita, se funda el Parque Metropolitano María Lucia,  sitio destinado para la recreación, investigación y difusión  de los adelantos encaminados a disminuir las deficiencias alimenticias en las personas que moran en los hatos de piedemonte llanero.
La investigación, es una de las tres funciones sustantivas de la universidad, y es deber del centro de educación superior, y de sus catedráticos iniciar a sus educandos en los procesos de exploración de nuevos horizontes para que estos nuevos profesionales se formen como futuros hombres de ciencia en las  nuevas tecnologías en pro del desarrollo sostenible. Es así, como a partir  febrero del año 2013, se conforman y se inscriben en la Red Colsi,  los semilleros de investigación  en el área de producción agrícola  y, en los procesos de biotecnología  llevan los nombres de ECO – EFICIENCIA Y BIO – REMEDIACIÓN .
El primero, va encaminado a Instituir un nodo de investigación, recuperación,   producción y extensión de buenas prácticas agroecológicas para fomentar la autosuficiencia y soberanía alimentaria en los Llanos Orientales; adaptando,  recuperando y produciendo plántulas y  semillas autóctonas para uso diario en la preparación de alimentos de las familias en las diferentes explotaciones agropecuarias  del departamento del Meta, las cuales ayudaran a elevar los niveles nutricionales de los dueños de fincas y personas que laboren en ellas.
La agricultura de autoconsumo fue en tiempos anteriores el diario quehacer de las familias que vivían en las grandes haciendas llaneras, con el cambio de costumbres y la influencia del narcotráfico y la explotación de hidrocarburos,   cambiaron su forma de producción y se olvidaron de realizar tareas para suplir las necesidades alimenticias, y la explotación  agropecuaria  de consumo familiar fue desplazado  por la que busca un rendimiento económico de tipo comercial.
Este tipo de producción masiva, denominada también como agricultura química, agricultura moderna o agricultura de “revolución verde”,  se consolidó inspirada en el desarrollo industrial y en las economías de mercado a gran escala, basándose en teorías científico–químicas que impulsaron los insumos químicos y la mecanización en este siglo (XXI), en donde está entrando en la etapa de modificación genética y nanotecnología.
El modelo de explotación agrícola moderno tiende a ser Simplificativo, con la puesta en marcha de los monocultivos, Productivista con la mecanización y producción de tipo industrial y el uso de fertilizantes inorgánicos y Contaminante vertiendo sus subproductos al agua, al suelo y la atmosfera, generando una serie de problemas en los ecosistemas, los alimentos, los animales y el hombre. Estos problemas se manifiestan en la deforestación, mal uso de la tierra, desertificación, cambios climáticos, desaparición de especies, aumento de las plagas, desaparición de insectos y microorganismos benéficos, contaminación ambiental, empobrecimiento de los suelos y una producción de alimentos que aunque aparentan ser sanos, son de bajo valor biológico, poco nutritivos, y lo peor, contaminantes y generadores de muchos problemas de salud. Frente a este modelo técnico, se está practicando en  todo el mundo diversas formas de agricultura sana, muy antiguas algunas, y el resto como fruto de la experiencia de personas o comunidades que han probado recientemente que, no solo se puede mantener el equilibrio natural, sino producir más y mejores alimentos.(Von Loebell – 2010)
Y es así, como nace la producción  de autoconsumo, sostenible y orgánico; los productos orgánicos, biológicos y ecológicos son productos agrícolas y pecuarios libres de sintéticos como pesticidas, herbicidas y fertilizantes artificiales los cuales fueron obtenidos a través de una producción orgánica, la cual se lleva a cabo mediante múltiples técnicas de  desarrollo armónico para con la naturaleza. La elaboración de este tipo de productos se da en total equilibrio con el medio ambiente, conservando las fuentes de aguas cercanas y el entorno entomológico (estudio científico de los insectos). Es así como no se producen emisiones nocivas al aire, no se utilizan fertilizantes ni plaguicidas de síntesis química y tampoco se involucran hormonas, semillas y especies modificadas genéticamente. (Torres Rivera – 2013)
Lo orgánico, conlleva un minucioso procedimiento que está compuesto por tres etapas fundamentales: una de transición, en la que se descontamina el lugar en su totalidad; es decir, suelo, plantas, árboles y demás componentes del terreno o unidad productiva; luego una en la que se realizan prácticas de cultivo benéficas para el suelo, (los cultivos orgánicos son fertilizados habitualmente con compost, humus, polvos minerales y otras sustancias de origen orgánico), con las cuales se garantiza una provisión adecuada de los elementos nutricionales y otra en la que se obtiene la certificación de todo lo anterior a través de una visita de pre auditoría por parte de una compañía certificadora o también por un proceso de auto declaración que puede ser individual o grupal. Un producto orgánico certificado en Colombia es aquel que hace parte del mercado regulado por el Organismo Nacional de Acreditación (ONAC). Dicha entidad es la encargada de vigilar las compañías de certificación (Ceres, BCS OKO Garantie, Ecocert, Control Unión y Biotrópico) que en últimas, son las que realizan el proceso de asesoría, seguimiento y control a los productos orgánicos.
Este sistema de producción, incluidas las asesorías, el tiempo de cultivo y certificaciones, hacen que los productos orgánicos sean más costosos que los del resto del mercado y adicional a esto, en el país esta industria, no se lleva a cabo a gran escala, lo que demanda mayor mano de obra.
Para consolidar la producción orgánica en Colombia, el gobierno reglamentó la producción orgánica en 1995, presentó la política nacional de Biodiversidad en 1997 y propuso las políticas de PRODUCCION MAS LIMPIA,    EL PLAN NACIONAL DE MERCADOS VERDES Y LA DE PRODUCCIÓN Y CONSUMO SOSTENIBLE, para los años 2002-2014, cuya visión es ser el primer productor y comercializador de América Latina, con el 10 % del área agropecuaria dedicada a la producción orgánica. (M.A.V.D.S – 2011) 
En Colombia según el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, la Agricultura Ecológica certificada del año 2001 al año 2008 se duplicó, esto significa que de 25 mil hectáreas en el 2001, el primer semestre de 2008 se pasó a 45 mil hectáreas. La producción de alimentos orgánicos en Colombia cada vez nos ofrece más posibilidades a la hora de cambiar nuestros hábitos alimenticios. La Fundación Endesa Colombia, Red Colombia Verde y la Corporación Colombia Internacional, buscan incentivar el consumo y la producción de alimentos orgánicos en los colombianos a través de la campaña “ECOLOGIZATE, ALIMENTATE DE VIDA CONSUME PRODUCTOS ORGÁNICOS”.
Ponderando el crecimiento con los años anteriores,  hoy Colombia cuenta con 53 mil hectáreas de cultivos orgánicos aproximadamente, que corresponden al 1 % del total de área cultivada del territorio, pero por tradición, más de la mitad del territorio nacional se cultiva de manera ecológica.
Entre las razones por las cuales debemos consumir alimentos orgánicos, son tener un mayor valor nutritivo por su contenido en vitaminas, minerales, hidratos de carbono y proteínas. Al ser fertilizados orgánicamente, las plantas crecen sanas y se desarrollan de mejor forma, con su auténtico aroma, color y sabor.  Son garantía de salud ya que los estudios toxicológicos reconocen la relación existente entre pesticidas y ciertas patologías como el cáncer, las alergias y el asma.
La no utilización de fungicidas, pesticidas y herbicidas impactan en forma positiva sobre el medio impidiendo que se contaminen los suelos y los terrenos. La agricultura orgánica, con el tiempo, mejora la fertilidad y la textura de los suelos, y mantiene limpia el agua, mejora el microclima e incrementa su productividad, permite que los ecosistemas no se vean alterados y se pueda mantener la biodiversidad.  Como ejemplo del impacto de los productos químicos sobre la naturaleza basta señalar la alta mortalidad de las abejas que son las grandes polinizadoras naturales que impactan en forma directa sobre el rendimiento de los cultivos.  La disminución de la diversidad biológica es uno de los principales problemas ambientales de la actualidad, la agricultura orgánica conserva las semillas para el futuro, impidiendo, de este modo, la desaparición de algunas variedades de gran valor nutritivo y cultural. La agricultura orgánica permite la revitalización de la población rural y restituye a los agricultores la dignidad y el respeto de los que son merecedores por parte de la población en general por su papel de guardianes del paisaje y de los ecosistemas agrícolas. (Harris. M -1989)
La agricultura orgánica, promueve la asociación y rotación de cultivos, y como consecuencia directa de la diversidad, le permite al agricultor tener una amplia canasta de productos. La producción agrícola orgánica influye positivamente en la reducción del efecto invernadero, al trabajar sobre la retención del carbono en la tierra cultivada.
Otro aspecto positivo, se encuentra en el respeto al animal en crianza, al uso de forrajes orgánicos que están exentos de pesticidas, productos químicos y de residuos de otros animales, hace que,  los animales crezcan sin estrés, evitando el excesivo encierro y la falta de movilidad, la superpoblación, y los antibióticos.(Ibídem)
Teniendo en cuenta lo anteriormente citado, como marco teórico se reúnen los estudiantes de la cátedra y deciden conformar un semillero de investigación que tendrá como sitio de reunión y trabajo practico, el Centro de Investigaciones Ambientales CIAM – de la Corporación Universitaria del Meta, y tendrá dos objetivos especiales que son:
1-.- La fábrica del suelo: Aquí hay dos actividades principales para la producción de fertilizantes orgánicos procesados como son:
Compostaje: Es el resultado de la mezcla de varios elementos orgánicos como deshechos de cocina, cascaras, ramas, hojas y excrementos de animales de la granja, que pasan por un proceso de descomposición natural y, que más tarde  servirá como alimento para las lombrices Roja Californiana (Eisenia fetida), su excremento es conocido como humus,  fertilizante orgánico de alto contenido en nitrógeno, fosforo y potasio, al igual que elementos menores, que  se utilizará como fuente nutricional de los cultivos que se planten en la granja.
Bocashi: Abono desarrollado por la fermentación aeróbica de excremento de animales como la bovinaza, porquinaza, pollaza, codornaza y ruminaza.
Estos dos fertilizantes orgánicos son  la base  para  el suministro de nutrientes  y la  creación  de la capa arable,   que busca que terrenos frágiles  y de baja productividad  se conviertan en recursos de alta calidad,  mediante la puesta en marcha de  prácticas amigables para el mejoramiento físico, químico y biológico  de los suelos de esta región.
2-.- Huerta casera orgánica: Esta se realiza con dos propósitos esenciales:
 La primera, es la adaptación de plantas de clima frio a las inclemencias ambientales del piedemonte llanero. La experiencia llevada a cabo nos muestra que especies como Coles (Brassica oleracea), Espinaca crespa (Spinacea oleracea), Cebolla cabezona (Alliun cepa), Cebolla larga (Alliun fistulosum), Repollo (Brassica oleracea, variedad capitata), Pimentón (Capsicum annuum), Cilantro (Xilantro coriandro, variedad longum), Pepino cohombro (Cucumis sativus), Habichuela (Phaseolus spp), Frijol (Phaseolus spp), Maíz (Zea mays), Tomate (Lycopersicum esculentum) y Maní (Arachis hypogaea).
La segunda, es la recuperación y replicación del material vegetal cultivado desde hace mucho tiempo en los hatos llaneros y que ha venido desapareciendo, estas son: Cilantro cimarrón (Eryngium foetidum), Caruru (Basella alba, variedad rubra),  Ahuyama (Cucurbita spp),  Guandul (Cajanus cajan),  Candia (Abelmoschus esculentus),  Achiote (Bixa Orellana), Batata (Ipomoeae batatas), Brusca (Casia occidentalis), Yuca brava (Manihot esculenta). Chonque (Xanthsoma sp), Bore (Alocacia macrorriza)       Madroño (Arbutus unedo), Frijol veguero (Phaseolus spp) y Topocho (Musa spp). (Rodríguez. L, G. 2014)
De este semillero, los estudiantes que lo conforman han participado en encuentro institucional de semilleros y XI encuentro regional de semilleros en el año 2014, un taller de extensión de producción agrícola urbana para las Madres Comunitarias del Hogar de Bienestar Familiar del Barrio el Morichal de Villavicencio y están elaborando una Cartilla de Buenas Prácticas Agrícolas para huertas caseras en el piedemonte llanero.
El segundo semillero, tiene como objetivo general crear, desarrollar e implementar técnicas de biorremediación para procesos donde se generen residuos como el raquis del racimo de la palma africana y los lodos que contengan grasas y aceites procedentes de la producción de biocombustibles a partir de la Palma Aceitera.
La desnaturalización de los lodos aceitosos y los residuos del raquis procedentes de la producción de biodiesel, con el uso de una técnica de compostaje o el empleo de estos como sustrato de mantenimiento de lombrices, establecerá un avance biotecnológico significativo para la industria palmicultora en el manejo de sus subproductos. Con la producción  de un fertilizante orgánico, a partir de los dos elementos anteriores  se logrará obtener una alternativa sustentable en cuanto a la disminución de este tipo de residuos peligrosos en la parte ambiental evitando que contaminen suelo y recursos hídricos  y la producción de fertilizantes orgánicos, que incorpora al suelo macro y micronutrientes básicos para las plantas. Es un proceso de descomposición en presencia de aire y bajo condiciones controladas, obteniendo resultados a corto plazo.
En Colombia, después del proceso de extracción de aceite de palma se generan como residuos, aproximadamente, 20 kg de lodo aceitosos de lechos de secado, 220 kg de racimos vacíos por cada tonelada de racimos de fruto fresco procesado; estos residuos ocupaban el cuarto lugar como fuente contaminante de ríos y nacimientos de agua en Colombia (Conil, P. 1997).
En la actualidad, una planta extractora de aceite de palma con una capacidad de procesamiento de 15 ton h-1 de racimos de frutos frescos produce una carga contaminante similar a las aguas residuales producidas por una población de un millón de habitantes. Estudios iniciales sobre los beneficios de la aplicación de efluentes crudos en el suelo indicaron que estos pueden aplicarse en tasas razonables y podrían reemplazar a los fertilizantes inorgánicos con el consiguiente aumento de la producción y sin efectos contaminantes sobre la superficie o el agua de la población. (Cortez, C, et al. 2006)
Los lodos aceitosos causan daños ambientales, debido a la contaminación de las fuentes hídricas superficiales y subterráneas, causando natas, colmatación, mortalidad de fauna y disminución de la flora acuática existente, debido a la acumulación de material orgánico el cual imposibilita la producción de oxígeno, formando una mancha en la superficie del agua, ya que estos efluentes tienen un porcentaje alto de grasas, lodos y aceites que son transportados por el rio, dando lugar a la formación de bancos de lodos y a la perdida de la capacidad reguladora de las crecidas, ocasionando inundaciones y la eutrofización. A su vez, también se genera contaminación al suelo debido al arrastre erosivo del suelo fértil. Aun así son reconocidos como unos de los residuos que pueden ser utilizados para producción de biomasa, entre los cuales se encuentran los racimos vacíos (raquis), fibra, cascarilla, efluentes (lodos y agua de producción, ubicados en piscinas de almacenamiento), almendra y aceite crudo de palma. (García Núñez.  et al, 2010).
No obstante, la utilización provechosa de los desechos es la mejor opción para el control de la contaminación, ya que no solo reduce los índices de contaminación sino que también genera ganancias directa o indirectamente, mediante el ahorro en costos de fertilizantes y en la mano de obra para el trabajo no productivo, en la operación de plantas de tratamiento de los efluentes, por todo lo anterior y dado que los deshechos  son fuentes ricas en nutrimentos, es importante estudiar la posibilidad de transformar los lodos y el raquis en fertilizante orgánico y suplemento nutricional en la producción agrícola y, además, presentar una alternativa de uso distinta a la que se le está empleando actualmente en el departamento del Meta, la cual genera carga contaminante adicional para fuentes de agua del sector y sobrecostos en el manejo de estos residuos.(Cortez, C, et al. 2006)
El Departamento del Meta posee grandes extensiones de tierra, y sus suelos son aptos para los cultivos de palma africana y la producción de biodiesel, posicionándose a nivel nacional como el primer productor de biodiesel, es allí donde recae la importancia de generar procesos que contribuyan a compensar al medio ambiente y a sensibilizar a  la industria del sector palmicultor, en cuanto a la implementación de procesos agro ecológicos, que eviten vertimientos de lodos aceitosos a las fuentes hídricas y la contaminación al suelo. 
Es claro que la industria de aceite de palma africana en Colombia debe generar avances significativos, teniendo en cuenta que a nivel latinoamericano Colombia ocupa el tercer lugar en producción de biodiesel, implementando procesos amigables con el ambiente, que tecnifiquen la utilización provechosa de los lodos aceitosos, para el control de la contaminación, debido a que no solo reduce la contaminación sino que también genera ganancias directa o indirectamente, y es de gran importante estudiar la posibilidad de aplicar lodos como abono orgánico y suplemento nutricional en la producción agrícola y, además, presentar una alternativa de uso distinta a la que se le está proporcionando actualmente en el Departamento del Meta.   (FEDEPALMA 2013)
Contando con lo anteriormente expuesto  y a sabiendas de los buenos resultados en la desnaturalización de elementos de difícil desintegración como la cascarilla de arroz se inicia un proyecto de  biorremediación que es  una rama de la biotecnología que busca resolver los problemas de contaminación mediante el empleo de microorganismos capaces de degradar compuestos que provocan desequilibrios en el medio ambiente y nace  el semillero de investigación el cual por común acuerdo y haciendo honor a los procedimientos ecológicos para conservar el entorno y la vida  fue llamado BIO – REMEDIACIÓN
Este semillero participo en ­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­ encuentro institucional de semilleros y XI encuentro regional de semilleros  en el año 2014 y sus integrantes  actualmente realizan dos trabajos  de grado tituladas “PRODUCCIÓN DE FERTILIZANTE ORGÁNICO A PARTIR DE LA TRANSFORMACIÓN DE LODOS ACEITOSOS EN EL PARQUE METROPOLITANO MARÍA LUCIA” y “  DESNATURALIZACIÓN DEL RAQUIS DEL RACIMO DE LA PALMA ACEITERA PARA PRODUCCION DE ABONO ORGANICO EN EL PARQUE METROPOLITANO MARIA LUCIA” para optar como ingenieros ambientales de la Corporación Universitaria del Meta.






BIBLIOGRAFÍA
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-          Conil, Philippe “La valorización de los subproductos de la planta de tratamiento de los efluentes de la extractora de aceite de palma “Palmar Santa Elena” en Tumaco, Colombia”. 1997
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-          FEDEPALMA. Anuario estadístico principales cifras de la agroindustria de la palma de aceite en Colombia. 2013.
-          FEDEPALMA. Informe de gestión. 2010.
-          García Núñez, Jesús, et al. Valoración económica de las pérdidas en palma de aceite generadas por la pudrición del cogollo en los Llanos Orientales de Colombia. 2010.
-          García, Carlos. Fertilización orgánica con compost y té de compost: su aplicación al suelo. Profesor de investigación en el CEBAS-CSIC. Departamento de conservación de suelos y agua, y manejo de residuos orgánicos. Centro de edafología y biología aplicada (CEBAS-CSIC).
-          Harris. Marvin, Bueno para comer – Enigmas de la alimentación y cultura. Editorial Alianza. 1989. 
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-          Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural. Resolución número 150 del Instituto Colombiano Agropecuario- ICA- (21, enero, 2003). Por la cual se adopta el reglamento técnico de fertilizantes y acondicionadores de suelos para Colombia. Bogotá D.C.
-          Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural. Los biocombustibles en Colombia. 2007.
-          Rodríguez. Luis G. Producción agropecuaria Eco – eficiente en el Parque Metropolitano María Lucia. Ekotectura 2014, Paginas 111-113.
-          Torres Rivera, Donaldo. Productos orgánicos. Centro Universitario Internacional de México. 2013.
-          Von Loebel, Alexader. Producción orgánica en Colombia. 2010




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